sábado, 20 de enero de 2024

Poesía, poesía...

 La poesía nos salva La poesía nos rescata...A veces, nos condena.

La poesía se erige, se enseñorea de lo que somos, o de lo que creemos ser. Su emancipación es una condena, que nos ocupa, nos invade, nos transforma en lo que no se nos permite concebir ni comprender en su totalidad...nos hace mutantes de lo inconcebible o inimaginable, más allá del plano presente...Y desde éste, el poeta ejerce el Derecho que como dádiva se le otorga en un planeo sereno, majestuoso con la gracia del águila real, que al despliegue de sus alas surca los espacios transparentes de la espera. El Reino de las fantasías donde habitan a su antojo duendes, demonios, toda suerte de utopías, los sueños, quimeras e ilusiones de ninfas y Numen distraídos. Dejar de lado sin mas, los escritos y poemas inconclusos, los que con el tiempo perdieron sentido o ya no son. Junto a los que abandonaron sin dudarlo los poetas muertos en las sombras oscuras de la otra cara de luna...